La tarde es una canción
a veces tarareada
por un viajero solitario.
Cuando la canción se apaga
el viento trae palabras
que los árboles no comprenden.
Hojas miedosas se refugian en los cuartos.
Ellas huyen del árbol lleno de musgo,
ese brujo que ha pactado con la noche
y nos ordena cerrar las ventanas.
Toque de queda en el cuartel. Mis amigos
dejan de hacer tagüitas en el río.
¿A qué viajero que una vez cantaba
aún siguen esperando en este pueblo?
Las sombras nos tienden la mano
para llevarnos al molino
en donde junto a una muchacha
cuentan largas historias a los muros.
Rechazamos las manos de las sombras
pues sólo queremos pactar con la noche.
En un árbol hueco tumbado en el camino
se refugia un viajero,
y a ningún viajero que cantaba solitario
debe esperarse ya en este pueblo.
a veces tarareada
por un viajero solitario.
Cuando la canción se apaga
el viento trae palabras
que los árboles no comprenden.
Hojas miedosas se refugian en los cuartos.
Ellas huyen del árbol lleno de musgo,
ese brujo que ha pactado con la noche
y nos ordena cerrar las ventanas.
Toque de queda en el cuartel. Mis amigos
dejan de hacer tagüitas en el río.
¿A qué viajero que una vez cantaba
aún siguen esperando en este pueblo?
Las sombras nos tienden la mano
para llevarnos al molino
en donde junto a una muchacha
cuentan largas historias a los muros.
Rechazamos las manos de las sombras
pues sólo queremos pactar con la noche.
En un árbol hueco tumbado en el camino
se refugia un viajero,
y a ningún viajero que cantaba solitario
debe esperarse ya en este pueblo.
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