Una plateada lentejuela vuela desde tu traje
de fiesta a mi mejilla
se deshace en mis dedos
como las fiestas donde nunca fui
como se deshace indiferente frente a ti mi cerebro
inundado por la cerveza que me pides no beba.
Pero hoy día la recuerdo
y me gustaría que la vida fuera un circo
donde se dejara entrar gratis a una mejor vida
a gente como tú
y se encendiera la “Candileja azul de la ilusión”
mientras me despido de ti que haces un paso de baile
en la vieja calle que baila contigo
y yo no voy a cruzar el puente de los Mellizos
para encontrarme con los que quieren ser los nuevos
vagabundos del Drama.
Mientras la dueña de casa
dice junto a su perro “El Fumador”
que dentro de la vida está la otra vida.
Es demasiado tarde para que se abran nuevos circos.
Es demasiado tarde para llamar a alguien por teléfono.
Es decir, a nadie que quisiera llamar
en esta Ciudad Envenenada.
de fiesta a mi mejilla
se deshace en mis dedos
como las fiestas donde nunca fui
como se deshace indiferente frente a ti mi cerebro
inundado por la cerveza que me pides no beba.
Pero hoy día la recuerdo
y me gustaría que la vida fuera un circo
donde se dejara entrar gratis a una mejor vida
a gente como tú
y se encendiera la “Candileja azul de la ilusión”
mientras me despido de ti que haces un paso de baile
en la vieja calle que baila contigo
y yo no voy a cruzar el puente de los Mellizos
para encontrarme con los que quieren ser los nuevos
vagabundos del Drama.
Mientras la dueña de casa
dice junto a su perro “El Fumador”
que dentro de la vida está la otra vida.
Es demasiado tarde para que se abran nuevos circos.
Es demasiado tarde para llamar a alguien por teléfono.
Es decir, a nadie que quisiera llamar
en esta Ciudad Envenenada.
En HOTEL NUBE, 1996.
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